jun
11
2012

¿A qué edad se puede empezar a educar para emprender?

¿A qué edad se puede empezar a educar para emprender?, me preguntaron el otro día cuando presentamos Social Dreamers en la  fantástica jornada formativa sobre educación social  del Ayuntamiento de Ermua.

La primera respuesta, la buena: emprender es una manera de caminar… Educar para emprender es educar para la vida. Es educar para que cada persona pueda tener una deriva vital donde elija qué camino seguir en función de sus competencias y capacidades. En esta foto que capturó Roberto en las rampas de Portugalete se puede observar cómo empezar a educar para emprender:

Un padre preocupado  que cuida y vela por sus hijos: porta su merienda, ofrece su protección y ayuda para subir una rampa. Pero, a la vez, hace participes y responsables a los niños del momento. A una la deja portar su pelota, le responsabiliza de ella y le hace enfrentarse al riesgo de que ruede y caiga. Por otro lado, al niño le entrega el que quizás sea el motivo del paseo, o al menos uno de ellos: buscar el pan de cada día. Y es el pequeño quién a dura penas porta la barra que comerá toda la familia.

¿En qué emprendimiento se está educando a estos niños?, se preguntará alguien. En su proyecto más importante: su proceso vital. Y si desde pequeños se sienten, se saben responsables de sus actos y asumen responsabilidades en su entorno, empezarán a formarse en las habilidades para la vida que son básicas para el emprendizaje.

El emprendizaje es una actitud vital; una actitud que se basa en la capacidad personal para poder seguir el camino deseado y adecuado a las capacidades y características de cada persona.

¿Y por qué no emprender desde la otra parte de la pirámide poblacional?

En esta película se relata la historia de cinco personas mayores que se niegan a ceder sus derechos y prescindir de sus capacidades por vivir en una residencia. Para hacer frente a sus necesidades y limitaciones personales,deciden irse a vivir todos juntos y ayudarse mutuamente. ¿Qué mejor opción que disfrutar de tus últimos años en compañía de tus amigos?

Estos dos ejemplos ponen de manifiesto las capacidades que hacen deseable el emprendizaje como paradigma socioeducativo. Pero desde Social Dreamers vamos un poco más allá: ¿qué puede hacer cada persona para vivir como desea y, a la vez, contribuir a mejorar la vida de otras personas? Las respuestas serán los proyectos de emprendizaje social juvenil que nos proponemos potenciar.

“El sueño de una sola persona nunca dejará de ser un sueño. En cambio, un sueño compartido puede ser el inicio de una bella realidad” (Helder Cámara). Te invitamos a compartir sueños en torno a la cultura emprendedora.

 

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